Recital con pasion y con ternura

He leído y disfrutado a plenitud todos los libros de Luis Alberto, desde su primer poemario titulado "Desnudo Corazón, amas?", luego su segundo poemario "Y sigo hablando de amor", después su maravilloso libro de cuentos "La prostituta que murió virgen" y ahora su última obra literaria "Recital con pasión y con ternura" y puedo afirmar con el más sincero realismo que este talentoso trigueño, con estas cuatro obra literarias pasa a ocupar un lugar en la galería de grandes románticos, con pleno derecho a codearse con Guillermo de Aquitania, Piers Gaveston, Soliman el magnífico, Sha jehan el constructor del taj mahal y Miguel Hernández. Luis Alberto luce su corazón como un broche brillante sobre el pecho, sin temor a exhibir los sentimientos que muchas veces las féminas nos preguntamos si los muchos de la especie los tienen. A decir verdad, nunca he sido fan de la literatura romántica, y los cendales flotantes de leve bruma de Bécquer honestamente me hicieron palidecer de nausea cuando con ojos de reproche me los hizo leer en la secundaria mi profesora de español doña Nelly de Habed. Pero con los libros de Luis Alberto me pasó algo extraño, y apenas me enviaba sus libros de poemas y cuentos, los llegaba a devorar apenas estaba en casa. Todo el proceso de una infatuación, del amor violento y hasta de los momentos eróticos bellamente descritos por Luis Alberto en sus poemas, hizo que me olvidara de corregir exámenes, inyectar al gato o cocinar la cena. Indudablemente Luis Alberto posee el secreto de hacer un libro, a como dice el escritor gringo de terror, "Tan adictivo como una barra de chocolate o una bolsa de pop corn" Con estos libros me tuve que convencer que aunque el romanticismo a mi me suba la bilirrubina, definitivamente nunca pasara de moda porque es el tema cotidiano de millones de parejas en el mundo. Cecilia Ruiz de Ríos Doctora en Historia Universal Graduada en la Sorbona 4 de París Periodista, escritora y crítica literaria