La fuerza de la familia

El objetivo del libro se enmarca en el reconocimiento de los verdaderos valores y en la defensa y promoción de los derechos del hombre y de la mujer. De este modo, y sólo así, el "nuevo humanismo" dará vida a la relación fructífera el hombre con el propio hombre, y por qué no, del hombre con el mismo Dios. Con este libro quiero promocionar el sentido último de la vida humana y de sus valores fundamentales frente a la dictadura de género. El movimiento LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales), que en principio quería luchar por los derechos básicos de estas persona, ha generado un grupo manipulador que, con la excusa de recuperar derechos para las personas LGTBI, pretende destruir el matrimonio, la familia y la vida, en la búsqueda de un nuevo orden social. La ideología de género se opone a la ciencia biológica, a la anatomía, genética, embriología, psicobiología... Cualquier estudiante de primero de medicina sabe que el sexo con el que nacemos no se puede cambiar. Todas las células de nuestro cuerpo, desde las del pelo hasta las de las uñas, tienen el código genético (cuyo responsable es el ADN) propio del sexo con el que nacemos. Existe ya una estructura masculina o femenina en el núcleo celular. Con la complicidad del Estado, el feminismo radical y la ideología de género pretenden sustituir a los padres en su derecho a educar a sus hijos como mejor les parezca. Los padres no podemos permitir este atropello. La dimensión moral de la sexualidad corresponde exclusivamente a la familia; los aspecto biológicos, lógicamente podrán tratarse en la escuela. Este libro pretende volver a comprender el sentido último de la vida humana y de sus valores más profundos. Quiere ofrecer una ayuda a las familias con dificultades, a los enfermos del SIDA, a las madres solteras, a los padres desorientados y, como no, a todos aquellos que trabajan profesional o voluntariamente por orientar y aliviar el sufrimiento de tantas familias. El libro se dirige a todos: padre, hijos, abuelos, psicólogos, orientadores familiares, maestros, profesores, abogados de familia, médicos, mediadores familiares... a todos los que día a día son capaces de son capaces de sacar a las familias de anonimato e integrarlas en la sociedad de manera civilizada y activa.