De puerta al mar

Cerraduras en la playaTodos los caminos llevan a la playa (todo pedazo de tierra en algún momento hace contacto con el mar) ¿Para que una puerta que detenga el camino de los bañistas? Golpear la aldaba ¿entrar o salir?, decisión que forma experiencia de vida, y sea cual fuere la acción, nos lleva irremediablemente a la muerte y a decir verdad, pensar en esa etapa de la vida frente al mar en un atardecer de agosto, es poético, pero Candy De La Cruz, antes d ello, nos propone un abrazo eterno, una infusión de hierbas, hacer del amor apenas suspiro, escuchar cerca de oído los recuerdos de una muñeca con olor a frutas. La puerta nos puede conducir a la tristeza, a la catástrofe o al amor: Te deseo, pero es imposible Mercedes pues eres otra y yo no puedo cerrar los ojos y fingir que no has cambiado. Todo lo que pueda estar detrás de esa cerradura, independientemente del tiempo que nos lleve para encontrar el cerrojo, avanza hacia la destrucción, pero si no entras, quedarás frente al implacable reloj de arena que todo corrompe, excepto al mar mismo y a la playa, porque, el tiempo dentro del reloj de arena son ellas mismas. Al abrir la puerta, hallaremos arenas que forman el tiempo y arenillas que ciegan a los hombres y mujeres que ambos, tienen diferentes llaves para el mismo cerrojo ¿Cómo podemos salvarnos de la vejez argentada? Quizás la respuesta es la súplica que cierra el poemario: "dejen que le regrese la vida a la madre tierra", y entonces la función de esta puerta al mar es para recordarnos que al final no hay cambios porque "somos lo que somos llámese humano o espejo". Edmundo Juárez