La Pena de Muerte y los Derechos Humanos

Cuando un Estado ejecuta a una persona, todos lo ejecutamos. Cuando la sociedad pide sanción de muerte para alguien, es porque las instituciones han perdido autoridad para hacer cumplir la ley. Nuestra obligación es defender la vida por encima de todo y los estados están obligados a garantizar los derechos humanos. Este libro reflexiona sobre la pena de muerte dentro de un contexto de violencia generalizada en las sociedades. La mejor política para acabar con la violencia en los países del mundo, es el respeto a los derechos humanos, cumplimiento de la ley, acabando con la impunidad. Obviamente para poder a cambiar el respeto por los derechos humanos universales, es importante reflexionar sobre la nueva dimensión que deben de tener de revalorización, sensibilización y apoderamiento de los mismos. No se trata, tampoco, de incentivar un espíritu de vendetta. El rechazo a la impunidad conviene ubicarlo desde una perspectiva de mediano y largo plazo, pues al buscar sanciones contra los responsables lo que se busca es, primero, legitimar el propio sistema y, segundo, prevenir la repetición de hechos condenables. Muchos países en el mundo tienen a la tendencia de abolir la pena de muerte; sin embargo, hay otros donde aún continúan las ejecuciones y su tendencia esta al alza. El libro invita a una reflexión seria, sencilla y sin apasionamientos, donde el lector estará en capacidad de sacar sus mejores conclusiones sobre este delicado y polémico tema que sigue dando mucho de que hablar.