Lia, el Sexo Oscuro

Lía solo puede tener sexo con hombres que están a un paso del suicidio.
Esvelta es la mejor amiga de Lía y la ama en silencio.
El hombre de las hierbas disfruta exponiendo su cuerpo a las mujeres, pero le aterra la cercanía al cuerpo de otra persona.
El viejo militar busca un amor perdido...
Cuatro personajes de la periferia habanera, en busca del amor, de su lugar entre la gente; en constante exploración de sus cuerpos y su sexualidad, inmersos en una sociedad que, como ellos, parece hundirse en la desesperanza.
Lía, el Sexo Oscuro no es una novela erótica, aunque su título hable de sexo, aunque abunden las escenas de cuerpos desnudos y orgasmos culpables.

La condición humana es desgraciada, oh, qué desgracia, etc... El verso de Ezra Pound, que sirve de exergo al libro, marca la pauta de lo que nos propone la autora. No habrá un atisbo de compasión hacia ninguno de los personajes ni a la íntima tragedia a la que se enfrentan, al fin y al cabo, como dijo Pound, la gente nace y se muere. Solo nos queda sonreír ante la ironía de este suceso.