?habeis Oido Sobre La Administracion de la Gracia?

Este libro es la recopilación de las enseñanzas del evangelio de la incircuncisión, escrito y predicado por el apóstol PABLO, a lo largo de más de catorce años, recibí y comprendí este mensaje con la mente de Cristo activada, pero debido a la importancia de estas enseñanzas me parece conveniente compartirlas con usted apreciado lector. El profeta Isaías dejo testimonio, del llamamiento, ministerio y del evangelio que sería encomendado al apóstol Pablo; (Isaías 42: 6) dice: Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones. (Isaías 46: 10 - 12): Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré". Y en (Isaías 49: 6) dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra. (Isaías 52: 7): ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina! Podemos ver en hechos de los apóstoles el cumplimiento de esta profecía, cuando el apóstol pablo inicia su ministerio (Hechos 13: 47 - 48): Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. Por tanto, al apóstol pablo le doy el mérito y el honor que otros no le han reconocido, el galardón a su vocación y a la profesión a la cual fue llamado por Dios, imitando su proceder y conducta; Porque, aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio. Por tanto, ruego que me imitéis. (1 Corintios 4: 15 - 17).